Sombras tenebrosas (Dark Shadows), Tim Burton. Warner Bros. USA, 2012
Género: Comedia, fantástico
Reparto: Johnny Depp, Michelle Pfeiffer, Helena Bonham Carter, Eva Green, Bella Heathcote
Barnabas Collins (Johnny Depp) es un niño que parte con su familia desde Liverpool hasta América para comenzar una nueva vida en 1752. La ciudad elegida, Collinsport, es casi dominio de esta familia 20 años después de su llegada. El ya adulto Barnabas, poderoso y atractivo, comete un error: romper el corazón de Angelique Bouchard (Eva Green), una bruja que, despechada, decide castigar a Barnabas quitándole lo que más quiere, convirtiéndolo en vampiro y sepultándolo. Dos siglos después, en 1972, Barnabas despierta con sed de sangre. Regresa a la que era su mansión y allí conoce a sus consanguíneos actuales. Del emporio que su padre había conseguido en el siglo XVIII no queda casi nada. Barnabas Collins decide, junto a la nueva cabeza de familia, Elizabeth Collins Stoddard (Michelle Pfeiffer), levantar de nuevo lo que en su día fue casi un reino. Barnabas no sabe que, además de que la familia tiene un Chevrolet y no caballos, muy cerca de allí tiene un viejo enemigo…
Tim Burton, el director, vuelve a utilizar el ser romántico solitario que no encaja en el mundo que le rodea. Como ya hizo con Eduardo Manostijeras (Edward Scissorhands, 1990), sitúa a un personaje dentro de un mundo que no conoce y que le sorprende. Barnabas y Edward (también interpretado por Depp) comparten, además de su soledad, su poder de atracción hacia las mujeres que les rodean; aunque, a diferencia del asustadizo Edward, Barnabas nos hace reír, o al menos, no nos produce la sensación de angustia que teníamos cada vez que veíamos al chico de manos de tijera enfrentarse a lo desconocido.
Brujas, vampiros y otras criaturas conviven en la pequeña y en la gran pantalla con nosotros en la actualidad, quizás por eso, Burton no ha elegido una buena época para tratar este tema si lo que quería era sorprender. Con un humor que produce alguna carcajada suelta, el director nos ha regalado una película entretenida, para ir a ver con adolescentes pero quizás no con niños por alguna escena de terror vampírico, pero que no nos deja la huella de sus anteriores obras maestras. Tal vez debería haber arriesgado un poco más y dejar de lado lo cómico, que queda un tanto flojo, centrándose más en el drama del castigo que sufre Barnabas Collins.
Con un par de intentos de sorpresa al final, el argumento se pierde entre personajes e historias cruzadas. Algunas de estas quedan incompletas y no se entienden en el conjunto, al igual que algún personaje, como el del hermano de Elizabeth Collins, Roger Collins (Jonny Lee Miller). Puede deberse a que la película está basada en la serie homónima, creada por Dan Curtis y emitida entre 1966 y 1971, y que el guionista del largometraje (Seth Grahame-Smith) no ha sabido depurar suficiente, dejándonos al final de la proyección una sensación de extrañeza.
Aunque es una película que yo no recomendaría a alguien que nunca ha visto nada de Tim Burton, Sombras tenebrosas recupera bastante el espíritu del director que los fanáticos echábamos de menos. Aun siendo más comercial de lo que nos habría gustado, el escenario, la fotografía y el vestuario vuelven a ser un delicioso regalo para los ojos de los amantes de lo gótico y lo tenebroso; y la historia del individuo aislado conquista a los espíritus más románticos.
El tráiler, desde luego, no le hace ningún favor al filme. Cuando lo vi pensé que era una comedia de risa fácil y, aunque hay algún chiste más previsible que otro, no es así. Fui al estreno esperándome lo peor y quizás por eso salí del cine más satisfecha de lo que esperaba.
Con un reparto más que decente y unos escenarios muy variados que no dejan aburrirse, Burton nos ha dejado una película que no llegará a ser de culto pero que al menos nos recuerda que, si quiere, aún puede ser el creador atrevido y arriesgado que no deja indiferente.
Irene Achón Lezaun